Especies del mes
Abril
Las especies del mes de abril son el Olmo Común o Negrillo (Ulmus minor) y el Sapo Corredor (Epidalea Calamita).

Olmo Común

“abril semillas mil”. En este mes es costumbre ver ejemplares de olmos repletos de semillas verdes que colorean los bordes de los caminos, las carreteras, las pequeñas olmedas, algunas laderas de montaña, etc. Por ello hemos elegido el Olmo Común o Negrillo (Ulmus minor) para este mes.
El Olmo Común (Ulmus minor) es una especie arbórea de hasta 40 m de altura, con la copa muy variable y generalmente con chupones. Tiene la corteza de color gris en la que en ocasiones aparecen rebordes de “suber” o “corcho”, sobre todo en las ramillas finas. Tiene las hojas muy asimétricas en la base y el margen aserrado. Florece entre los meses de febrero y marzo en los que ocurre la polinización por el viento principalmente, y ya en abril, madura el fruto dando lugar a una sámara verde con la semilla situada en el tercio superior próxima a la escotadura. Todo esto ocurre antes de que se formen las hojas, por eso son tan apreciables sus semillas.
Hasta el siglo pasado era una especie que abundaba en todas las Comunidades de España, teniendo menos presencia en Galicia, Asturias o País Vasco. Pero con la entrada de la Grafiosis en la Península Ibérica, desde mediados del siglo pasado su número se ha reducido drásticamente. La Grafiosis es una enfermedad producida por un hongo (Ophiostoma) que ocupa los vasos leñosos del xilema generando obstrucciones y cavitaciones que impiden el flujo de savia bruta y esto, acaba secando poco a poco todas las partes del árbol. El contagio del hongo de unos árboles a otros suele ser por medio de escarabajos escolítidos (Scolytus), los cuales, transportan involuntariamente en su cuerpo las esporas del hongo de los ejemplares enfermos a los sanos.
Esta enfermedad ha sido demoledora para los Olmos de todo el mundo, con excepción de aquellos originarios del mismo lugar que el hongo, los cuales han ido evolucionando con la presencia del mismo y son más resistentes a su ataque. Actualmente en España, tras varios años de seguimiento e investigación por parte del Ministerio de Medio Ambiente (en el centro de recursos Genético Forestales de "Puerta de Hierro") y la Universidad Politécnica de Madrid (en concreto la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes), se han conseguido 7 clones de la especie que han demostrado resistencia a la enfermedad, por lo que todavía queda algo de esperanza para el Olmo. Además, siguen investigando las causas de la enfermedad para conocerla mejor y poder combatirla, así como la busqueda de otros organismos beneficiosos para la especie que puedan ayudarla a evitar su infección, como los hongos simbióticos.
Desde FAGUS queremos ayudar a recuperar la especie a estos organismos, que tan importante labor están desarrollando desde hace décadas. Por ello, a través de nuestro proyecto "Un olmo, una historia" intentaremos en los próximos años realizar plantaciones de ejemplares en antiguas olmedas, en las lindes entre tierras, en las plazas de los pueblos, en jardines de nuestras ciudades, etc. Para que vuelva a haber la típica “olma” que siempre ha acompañado a lo largo del tiempo a las gentes de muchísimos lugares y que tantas historias ha escrito.
Fotos de Olmo Común

Sapo Corredor

El sapo corredor (Epidalea calamita) es un anuro (anfibio sin cola) que no presenta dimorfismo sexual marcado, aunque las hembras suelen ser de mayor tamaño que los machos y con unas tonalidades rojizas. Posee unas patas cortas y robustas adaptadas para caminar, sus ojos con pupilas horizontales y el iris dorado verdoso, detrás de los cuales se disponen las glándulas parótidas bastante pronunciadas y paralelas entre sí, el hocico es redondeado y la cabeza ancha, el tímpano apenas perceptible mide la mitad del tamaño del ojo. Tiene unas manos con dedos cortos y con dos tubérculos palmares, en la época de celo los machos desarrollan unas callosidades en los dedos, su piel dorsal es muy verrugosa y con coloraciones muy variables ocre, parda, grisácea o verdosa con manchas oscuras sin forma definida generalmente con una línea longitudinal amarilla desde la base de los ojos hasta la cloaca, la región ventral color crema y de aspecto granulado. Fotos 1 y 2
Los renacuajos son pequeños y de coloración dorsal oscura casi negra y el vientre gris oscuro, con el espiráculo izquierdo orientado hacia atrás y el espacio entre los ojos es el doble que el de las narinas, posee una interrupción ancha en la segunda serie de dientes superiores lo que los diferencia de los renacuajos de sapo común (Bufo bufo). Foto 3
Su amplia distribución le permite ocupar multitud de hábitats zonas costeras, áridas, húmedas y de montaña, así como zonas con gran influencia antropica. Su reducido periodo larvario (unos 20 días) le permite ocupar zonas de aguas muy someras como praderas encharcadas y rodadas de caminos aunque la efimeridad de estos ambientes húmedos en muchas ocasiones provoca la muerte de las puestas y de los renacuajos al no poder desplazarse a ambientes más favorables para su desarrollo. Foto 4
El periodo reproductor se solapa a las épocas de lluvias por lo que no es continuo, las puestas se disponen en cordones gelatinosos de hasta dos metros de longitud formando “madejas” con los huevos dispuestos de dos en dos, en zonas bien soleadas y desprovistas de vegetación en las orillas de las charcas; Foto 5. Los adultos son carnívoros y se alimentan generalmente de artrópodos y larvas de insectos, las larvas son herbívoras y en ocasiones carroñeras.
Los machos suelen cantar de noche, en aguas poco profundas a las que se desplazan solo para reproducirse, hinchando su saco vocal, el sonido metálico que emite consiste en una secuencia continua y retumbante similar a un “ra-a-a-a-a-a”.
Esta especie en España está catalogada de preocupación menor tanto en el Libro Rojo como por la UICN, y sus mayores amenazas son la destrucción de su hábitat, la contaminación y acidificación de sus charcas.
Fotos de Sapo Corredor
